La Mutua Artística es un colectivo del que formo parte y que recientemente ha participado con su primer proyecto realizado en la exposición EAC de Alicante.
Os incluyo aquí su declaración de principios en relación al concepto de creación:

La creación de la Mutua Artística y la justificación tanto de su funcionamiento como banco de ideas artísticas como del carácter de sus propuestas se insertan en un momento de cambio de paradigma creativo:

El modelo de producción artístico basado en la figura elitista e inefable del artista romántico que busca en una supuesta excepcionalidad emocional la legitimación de sus producciones artísticas tiene los días contados. Llegará un día en que este modelo nos resulte tan anacrónico como el sistema de contratos del quattrocento italiano. Un nuevo modelo de concebir la creación artística se impone como consecuencia de los nuevos modos de transmisión de las ideas y de los nuevos medios digitales. A los conceptos, derivados de estos cambios, es decir, la “transmisión instantánea de la información” y la “disolución del original talismán” se uniría un nuevo contexto de recepción de la obra generado por los entornos y tecnologías interactivas que permiten dar un paso más allá en la participación activa del espectador. Estos tres aspectos: ubicuidad, disolución y participación definirán los vectores del nuevo modelo. Mejor dicho, los definen ya. No se trata de la desaparición de la figura del artista propugnada por la fallida democratización de la vanguardia, sino de una nueva figura de artista que centra sus objetivos en el diseño de experiencias estéticas productoras de significado. Una vuelta a la trascendencia, a la búsqueda de una experiencia significativa cuyos medios de concreción son variados y no definitivos.

El proceso de desliteraturización del arte acontecido en los orígenes del modelo del arte moderno hoy vigente provocó el paso del tema trascendente al motivo inmanente y con ello el advenimiento de los formalismos. Si la banalización del “qué” puso el énfasis en el “cómo”, los nuevos modos creativos y los nuevos soportes interdisciplinares suponen un retorno al énfasis en el “qué”, entendido como la unión entre la experiencia estética y la idea. No se trata de una única experiencia asociada a un objeto, sino de una narrativa transmedia, en cuanto que interdisciplinar y participativa, que utiliza múltiples medios para transmitir su mensaje. No importa el “cómo”, ni siquiera el “quién”, importa, de nuevo, el “qué”.